miércoles, 11 de marzo de 2015

Capítulo 3: Maldad sin frenos


Las luces iluminan la cara de Ximena. Alejandra al darse cuenta que es ella, hace su mayor intento de frenar, pero no le da tiempo y atropella brutalmente a Ximena. El parabrisas del vehículo queda machado de sangre y Ximena cae a la carretera, inconsciente. No se ve a nadie por allí cerca. Alejandra al ver lo que hizo, se lleva las manos a la boca muy asustada, sin saber qué hacer. La nerviosa joven se baja del auto y se acerca con prisa a la inconsciente Ximena.



Alejandra (desesperada) ¿Qué hice? Yo intenté frenar, pero… (Le toca la cabeza y se mancha de sangre) ¡Oh, por Dios!

Alejandra saca su celular, el cual también mancha de sangre y marca el número de un hospital.

Alejandra (después de que contestan): Hay una muchacha muy grave aquí tirada en la carretera. Sino vienen rápido, va a morir y quedará bajo su responsabilidad (Pausa) Sí, estoy en…

Alejandra termina de dar la dirección y después guarda su celular. Acto seguido, se sube al auto y se retira unos metros, para observar si la ambulancia si llega.

INT. / MANSIÓN OLMEDO, HABITACIÓN DE ROCÍO Y GUILLERMO / NOCHE

Rocío y Guillermo se encuentran acostados en su cómoda cama. Ambos están viendo la telenovela “Alma sin Ti”.



Rocío: ¡Qué malvada es esa mujer, Aurora Arizmendi! ¿Cómo puede dejar a un bebé tirado en un basurero?

Guillermo: Tienes razón mi amor. Oye, no he visto que Alejandra entre a la casa. Estoy preocupado. Alex hace un rato llegó.

Rocío: Tienes razón. ¿Dónde se quedaría? Dios quiera que esté bien (mirando el reloj de la pared). ¡Ya casi es media noche!

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, SALA / NOCHE

Abigaíl y su padre Fernando continúan discutiendo. Mientras la macabra mujer le pide que se retire de la casa, él hace todo lo contrario, sentándose incluso en un sofá.



Fernando: ¿Por qué tanto afán hija? Hasta me gustaría pasar la noche aquí, aprovechando que simpaticé con mi nieta (Abigaíl empieza a perder la paciencia) Estando nosotros solos, deberíamos platicar del pasado. Dime, ¿te acuerdas de tu madre? La desgraciada que siempre me rechazó.

Abigaíl: ¡Lávate la boca antes de hablar de ella! El único desgraciado eres tú. Siempre llegabas tarde a casa, ebrio y con varias mujerzuelas. ¿Cómo querías que mi mamá no te despreciara? ¡Hasta yo lo hago! Yo te aborrezco con el desprecio más grande que puede existir.

Fernando: ¡Cállate! (Se levanta del sofá y le da la espalda) Qué grave error cometí al haberme fijado en ella. ¡Una desgraciada que parió a otra desgraciada! (Refiriéndose a su hija)

Abigaíl aprieta la mandíbula furiosa. La mujer toma un candelabro de una mesa y se va acercando a Fernando, escondiendo el objeto por detrás en su espalda.

Fernando: Era tan aburrida, especialmente después de darte a luz. Lo que debió haber hecho es dejarte en un basurero para que no siguieras viviendo, mira el monstruo que eres. ¡Te he seguido los pasos Abigaíl!

Abigaíl quiebra el pesado candelabro en la cabeza a Fernando. Éste cae al suelo, muerto y sangrando en la cabeza. La macabra mujer le escupe en su rostro y le da una leve patada en el estómago. Danna de lejos observa todo. No llegó a tiempo para impedir el asesinato puesto que justo en ese momento, su madre le quebró el objeto a Fernando.

EXT. / CARRETERA DE LA CIUDAD / NOCHE

Una ambulancia llega a la carretera en la que Ximena está inconsciente. Los enfermeros se bajan con una camilla y acto seguido, suben a la muchacha. Justo cuando se retiran, Alejandra suspira aliviada no muy lejos de allí.



Alejandra: Era lo que tenía que hacer. Ahora me siento más aliviada. Mi intención era detener a esa mujer, pero salí atropellándola (enciende el auto y se retira).

De lo que Alejandra no se percató, era que Carolina la estuvo grabando con su celular. La joven vio todo lo sucedido.



Carolina: La tengo en mis manos… Menos mal me aprendí de memoria la placa del auto y con éste video, podría hundirla. Al menos de que afloje su dinero (sonríe con malicia). ¿Acaso no era Alejandra Olmedo? Hija de Guillermo Olmedo, el dueño de una de las empresas más conocidas de la ciudad. Vaya, vaya… ¡Qué joyita! (Ríe)

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, ENTRADA / AL DÍA SIGUIENTE

Una patrulla de policías y una ambulancia está en la entrada de la mansión Lafontaine. Abigaíl con lágrimas en los ojos, explica la muerte de Fernando. Un agente la interroga.



Abigaíl (cínica): ¡Este asesinato no puede quedar impune! ¡Atrapen al asesino!

Agente: Haremos lo que esté a nuestro alcance señora Lafontaine, solo necesitamos de su colaboración.

Abigaíl: Como le dije, alguien entró a robar a mi mansión. En cuanto mi padre se dio cuenta, lo intentó detener, pero no fue posible, el maldito ladrón lo mató.

Agente: Lo que no entendemos es… ¿Por qué no le disparó? Por lo visto, el señor murió de un fuerte golpe en la cabeza.

Abigaíl (mintiendo): Cuando Fernando estaba buscando al ladrón por toda la casa, ese criminal le salió por detrás y le pegó con un candelabro. El golpe fue demasiado fuerte, como me lo dice usted.

Agente: (anotando todo en una libreta) ¿El supuesto ladrón usaba pasamontañas? ¿Pudo verle el rostro?

Abigaíl: ¡Esa es una de las cosas que no me cabe en la cabeza! (Asentando con la cabeza) Sí, reconocí al asesino, porque es un trabajador mío. Él es Santiago Vidal. ¡Éste desgraciado lo mató a sangre fría! Es un ingrato, después de que lo he ayudado con empelo. Por lo visto, quería mucho más y por eso trató de robar. Abusó de mi confianza (fingiendo)

Agente: Entendido todo. ¿Tiene la dirección de la casa para mayor facilidad de encontrarlo?

Entretanto, en un camino cercano a la mansión, está Danna cabizbaja y llorando triste. La muchacha no puede seguir conviviendo con una persona que mata a sangre fría y que luego se encubre a ella misma.

INT. / MANSIÓN OLMEDO, COMEDOR / DÍA

Toda la familia Olmedo está desayunando. La empleada doméstica termina de servir el jugo de naranja en una jarra y luego se retira.



Guillermo (a Alejandra): Hija, ¿por qué llegaste tan tarde anoche? Estábamos muy preocupados.

Alejandra: Es que tenía bastante trabajo en la empresa, terminando de organizar unos documentos importantes de los empresarios. Ya sabes, el trabajo de ejecutiva es muy pesado (sonríe forzada).

En ese momento el mayordomo se acerca a la familia.

Mayordomo: Disculpen que interrumpa el desayuno. Es que estaba preocupado, ya que encontré el auto de la empresa aquí en el garaje (Guillermo y Rocío se extrañan). Tal parece que ayer fue usado por alguien. Me desconcerté, pues ese vehículo siempre permanece en la Empresa Olmedo y se usa en caso extremo.

Guillermo: (preguntándole a Alex y Alejandra) ¿Quién de ustedes dos lo utilizó?

Alex: En mi caso, no fui yo. Sabes bien que tengo mi propio auto. ¿Qué necesidad de irme en otro?

Alejandra: Fui yo… Estaba tan tarde que no quise irme en un taxi. Los conductores a veces resultan ser secuestradores. Además, por eso mismo llegué tarde, tuve que detenerme en puesto de gasolina.

Mayordomo: El caso es que el vehículo está golpeado en la parte delantera. Ahora sí me retiro, permiso (se va).

Rocío: (dejando de comer) ¿Qué fue lo que sucedió Alejandra? (Ésta recuerda la noche anterior)

FLASHBACK
EXT. / MANSIÓN OLMEDO, GARAJE / NOCHE


Alejandra acaba de llegar a la mansión. La muchacha se baja de su auto y ve que el parabrisas tiene sangre. Alejandra presiona el botón, activándose el parabrisas para que de ésta forma, se limpia el vidrio del vehículo. Acto seguido, se retira, sin fijarse en la parte delantera está magullada.

FIN DEL FLASBACK
INT. / MANSIÓN OLMEDO, COMEDOR / DÍA


Alejandra: Eso mismo estaba por explicarles: Dos borrachos se pusieron a pelear en el puesto de gasolina, en frente de mi auto. Yo traté de detenerlos, pero me era imposible, porque saldría siendo yo la golpeada. Ni siquiera los empleados de la gasolinera hicieron algo (miente).

Alex mira sospechoso a su hermana, mientras que Rocío y Guillermo continúan comiendo extrañados.

INT. / CASA VIDAL, SALA / DÍA

Refugio y su hijo Santiago conversan. Ambos sentados en dos sofás distintos. La primera bebe sorbos de café.



Refugio: Qué extraño, no he visto a Ximena. Estoy preocupada.

Santiago: Tienes razón mamá, quizás debamos acercarnos a su casa. Tal vez no quiere ni levantarse de la cama por el dolor que tiene.

Refugio: ¿Irás entonces a su casa?

Santiago: Sí mamá, ya regreso…

Santiago se levanta del sofá y justo cuando abre la puerta, llegan tres policías. Refugio al ver, deja la taza de café en una mesa y va a atender a los policías.

Refugio (extrañada): Sí, buenos días. ¿A quién buscan?

Policía: A Santiago Vidal, acusado de homicidio, intento de robo y abuso de confianza.

Santiago: ¡No, eso no puede ser! (Negando con la cabeza)

Policía: Usted ayer entró a la mansión Lafontaine para robar y en vista de ello, abusó de la confianza de su patrona y asesinó a Fernando Lafontaine. ¡Espósenlo!

Refugio: ¡Eso es mentira! Mi hijo no salió en toda la noche. ¡Es mentira!

Policía: Así es siempre. Las madres preocupadas, encubren a sus hijos. Vámonos.

Los tres policías se llevan a Santiago detenido. Refugio preocupada se adentra a la casa, toma su bolso y sale, para ir detrás de ellos.

INT. / HOSPITAL DE BOGOTÁ, CUARTO DE XIMENA / DÍA

La cámara se va acercando lentamente a Ximena, quien está conectada a una mascarilla de oxígeno y presente varias heridas en su rostro y cuerpo. La muchacha despierta y comienza a mirar todo lo que tiene a su alrededor. Asustada, trata de quitarse la mascarilla y de levantarse, pero en ese momento entra una enfermera.

Enfermera: Por favor cálmese, tiene que descansar.



Ximena: (quitándose la mascarilla) ¿Dónde estoy? ¿Qué es esto?

Enfermera: El informe de usted, dice que fue encontrada tirada en una carretera. Por eso la trajimos hasta aquí. Sufrió un accidente, tenía un severo golpe en la cabeza.

Ximena: ¡No, no recuerdo nada! (Negando con la cabeza desesperada) ¿Quién soy? ¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme!

La joven se revuelve en la cama desesperada y derramando varias lágrimas. La enfermera se muestra preocupada tras la pérdida de memoria de Ximena.

EXT. / ACERA / DÍA

Carolina tiene anotado en un papel, el número telefónico de la mansión Olmedo, pues pudo averiguar el número gracias a lo conocida que es la familia. La muchacha se acerca a un teléfono público y comienza a marcar el número.



Carolina: ¡Esto es como ganarme la lotería! (Sonríe)

INT. / MANSIÓN OLMEDO / DÍA

El teléfono de la casa suena. La empleada doméstica contesta.



Empleada: Casa de la familia Olmedo, ¿qué necesita? (Pausa) Ahora mismo la comunico con ella.

La empleada se acerca al comedor de la casa.

Empleada: Disculpen, la señorita Alejandra es necesitada en el teléfono.

Alejandra toma el teléfono y se aleja un poco.

Alejandra: ¿Sí, quién habla?

Carolina: (al otro lado de la línea) Hola querida. Tú no sabes quién soy yo, pero yo sí te conozco (Alejandra de desconcierta). Te llamo para informarte que vi lo que hiciste la noche anterior. ¡El atropello a esa pobre muchacha! Tengo un video con el que te podría hundir.

Alejandra se pone bastante nerviosa.

Alejandra (furiosa): ¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿¡Cuánto!?

Carolina: Eso sí me gusta... Que vayas sabiendo que lo que me interesa, es plata. No sé qué cifra podría ser… ¿Qué tal unos cuarenta millones de pesos colombianos?

Alejandra (sorprendida): ¿Qué? (Hablando en voz baja) ¡Serían más de veinte millones de dólares! ¡Descarada!

Carolina: Qué tacaña eres. Siendo la hija de un señor tan millonario como lo es tu padre, debe tener mucho más que eso. ¡Anda, afloja la plata!

Alejandra: No te doy más de veinte millones.

Carolina: Perfecto, este video va a parar en manos de la policía. ¡Bye!

Alejandra: ¡No, espera! (Carolina no cuelga) Treinta millones… ¡Luego te doy los otros diez!

Carolina: No me creas tan idiota, querida. Me pagas y luego me mandas a matar, como eres tan peligrosa. Pero bien, te lo dejo a treinta millones de pesos.

Alejandra: Pero me vas a tener que dar tiempo, no puedo conseguir de la noche a la mañana ese dinero.

Carolina: Una semana. Ni un día más (cuelga)

Alejandra también cuelga y se adentra al comedor.

Rocío: ¿Quién era hija? Parecías discutiendo.

Alejandra: (mintiendo) Era una amiga muy necesitada mamá. Es que la estaba regañando porque es muy descuidada. Fíjense que su mamá necesita una operación urgente, y ella no tiene el dinero suficiente. Yo la regañé porque no va a buscar trabajo.

Todos siguen desayunando. Rocío se toca el abdomen, adolorida.

Rocío: Me iré a mi cuarto a descansar. No me siento muy bien.

Guillermo: ¿Quieres que llame a un médico?

Rocío niega con la cabeza y sube a su habitación. Los demás se quedan preocupados.

INT. / ESTACIÓN DE POLICÍA / DÍA

Refugio está tratando de convencer a los policías de que su hijo es inocente de lo que es acusado, sin embargo no da resultado.



Policía: Lo siento señora, yo no puedo hacer nada. Lo único que le digo es que él quedará encerrado en la cárcel por un período un tanto largo.

Refugio: ¡Es una injusticia! Ni siquiera tienen pruebas para decir que mató e intentó robar. Él anoche estuvo en la casa. ¿En qué momento pudo haber salido? Están equivocados.

Policía: Eso es lo que dicen todas las madres desesperadas. Por favor retírese señora.

Refugio se aleja del policía muy angustiada.

Refugio: ¿Dónde estás Ximena? Te necesito… (Preocupada)

INT. / MANSIÓN OLMEDO, CUARTO DE ROCÍO Y GUILLERMO / MÁS TARDE

Rocío está acostada en su cama. Guillermo entra a la habitación preocupado.



Guillermo: Es muy raro que te sientas mal, cariño. ¿Será que la comida te cayó mal?

Rocío: Puede ser, me dio un leve dolor en el abdomen y siento debilidad. También me dan nauseas.

La madre de Alex se para de la cama y justo cuando iba a ir al baño, cae al piso desmayada.

Guillermo (preocupado): ¡Rocío, mi amor!

Guillermo llama a gritos a sus hijos, mientras trata de hacer reaccionar a su esposa.

EXT. / CAMINOS DE BOGOTÁ / DÍA

Danna todavía está caminando, lejos de la zona urbana. Se detiene en una corriente de agua. Luego se agacha a tomar la misma.



Danna: No pienso regresar a casa. Mi mamá es un monstruo…

La muchacha se levanta y cuando iba a continuar con su camino, ve a un joven que se acerca a ella. Danna asustada, retrocede unos pasos, olvidando que había un pequeño río.

Danna: (cayendo a la corriente) ¡Ahhh!

Joven: ¡Muchacha!

INT. / HOSPITAL DE BOGOTÁ, CUARTO DE XIMENA / DÍA

Ximena reposa semi-acostada en su cama, haciendo un intento de recordar algo de su vida, sin embargo lo ha olvidado todo.



Ximena: ¿Quién soy? ¿Por qué tuve ese accidente? Quizás alguien me quiso hacer daño y por eso resulté en éste hospital. No veo otro motivo… ¿Por qué nadie averigua por mí?

Una enfermera entra al cuarto y deja una bandeja con un vaso de agua, sobre una mesa.

Ximena: Me gustaría salir a caminar por el hospital, no quiero seguir aquí acostada sin hacer nada. He olvidado toda mi vida. Me siento desesperada.

Enfermera: Está bien, paciente. Pero tenga mucho cuidado, porque de lo contrario, yo recibiría un llamado de atención por descuidarla, pues me estoy de encargando de usted.

Ximena asiente con la cabeza. La mujer le ayuda a levantarse de la cama. En otro lado del hospital, vienen otros enfermeros trayendo a Rocío en una camilla. Con ellos viene Guillermo, acompañado de Alex y Alejandra.

Enfermero: Deben aguardar en la sala de espera. Hasta este punto podrían acompañarnos.

Los enfermeros siguen entrando a Rocío.



Guillermo: (llevándose las manos a la cabeza) ¡Dios mío! ¿Cómo pudo pasar?

Alejandra: Ojalá logre recuperarse. Quizás sólo le cayó mal la comida.

Alex: Eso es imposible, hubiera reaccionado si fuera un problema del estómago.

Guillermo: Estoy muy preocupado por ella. Ella no es propensa a enfermarse. Me dijo que le dolía el abdomen, tenía debilidad y nauseas.

Alex (pensando: Qué extraños síntomas. Dios quiera que no sea Cáncer de Páncreas)

A solo unos metros, viene Ximena caminando con dificultad, vestida con ropa de paciente. Alejandra logra verla, abriendo los ojos de la sorpresa. Para evitar que Alex la vea, trata de llevárselo.

Alejandra: Acompáñame a la cafetería Alex.

No obstante, lo pensado de Alejandra no da resultado, pues por la cercanía de Ximena, Alex también la ve. Sorprendido, va corriendo hacia ella.

Alex: (en frente de ella) ¡Ximena! ¿Pero qué te pasó?



Ximena (extrañada): ¿Quién es usted?

Alex (preocupado): Alex Olmedo. Tú trabajas en la empresa de mi padre.

Ximena: No, no me acuerdo de ti, ni siquiera sabía que mi nombre es Ximena. ¿Entonces usted me conoce?

La enfermera encargada de Ximena se acerca a ellos dos. Alejandra de lejos mira con odio a la muchacha, arrepentida de haber llamado a la ambulancia.

Enfermera: (a Alex) Por favor no le haga muchas preguntas. La paciente perdió la memoria. No puede hacer muchos esfuerzos, podría ser peligroso.

Alex se queda sorprendido.

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