miércoles, 11 de marzo de 2015

Capítulo 2: Pasiones peligrosas



Ximena hace un grito desgarrador, que se oye como un eco y la cámara la enfoca de manera lenta. Los tipos se van corriendo de allí. Ximena está abrazada al cuerpo sin vida de su padre, llorando desconsolada. En ese momento, empiezan a acercarse varias personas curiosas. Desde lejos, Refugio sale de su casa y logra ver el gentío de gente.



Refugio (extrañada): ¿Por allá no es la casa de Ximena?

Regresando a la escena anterior, Ximena furiosa les exige a las personas que se retiren y la dejen sola. La muchacha se levanta del piso.

Ximena (enojada): ¡Váyanse, lárguense! ¡Déjenme sola! ¡No quiero ver a nadie! ¡Fuera!

Algunas de las personas murmuran entre sí muy sorprendidos.

Refugio (llega hasta allí): Permiso, por favor…

La mujer logra ver a Ximena y al cuerpo de Arturo extendido en el piso. Refugio muy preocupada se termina de acercar y abraza a Ximena para darle consuelo.

INT. / HOSPITAL DE BOGOTÁ, MORGUE / MÁS TARDE, NOCHE

Ximena se encuentra en la morgue del hospital. Frente a ella, está el cadáver de su padre cubierto por una sábana blanca. La muchacha tiene los ojos bastante apagados.



Ximena: ¿Por qué tenía que suceder esto, papá? (Derramando algunas lágrimas discretas). Tú y yo vivíamos muy felices, no nos hacía falta nada. Ahora que ya no estás, trataré de confortarme con tu recuerdo en mi corazón. Te prometo que nunca te olvidaré, nunca…

Un momento después, Ximena sale de aquel lugar y llega hasta la sala de espera, en donde aguarda Refugio. Las dos se abrazan una vez más.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, SALA / NOCHE

Abigaíl está hablando con los hombres que se encargaron del asesinato de Arturo.



Abigaíl: Así que esa tal muchacha intentó impedir el plan. Es una lástima, se ha quedado sin padre, y todo por una deuda que debieron haber pagado (sonríe cínica). Está bien, pueden retirarse (ellos se van).

Danna sale de su cuarto y se acerca a su madre, usando una bata blanca. La joven escuchó la conversación.



Danna: ¿Por qué lo hiciste mamá? Me sorprende que seas tan inhumana. Asesinar a un hombre solo por dinero. Lo más probable es que su situación económica no haya sido muy buena. Pero claro, tú no piensas en el dolor ajeno.

Abigaíl (enojada): ¿Y eso a ti en qué te afecta? Ya déjate de estupideces (cruza los brazos).

Danna: No son estupideces mamá. ¡Eres una asesina!

Abigaíl furiosa le pega una cachetada a su hija. Luego la toma del cabello y la aprieta fuerte.

Danna: (llorando) Suéltame…

Abigaíl: ¡Con esto espero que aprendas a no meterte donde nadie te llama! (La suelta) Lárgate para tu cuarto. ¡Ahora!

Danna nerviosa se retira a su cuarto. Allí se encierra y mira muy asustada.

INT. / MANSIÓN OLMEDO, ESTUDIO / NOCHE

Guillermo revisa algunos documentos en el estudio de la casa. Alex entra allí.



Alex: (sonriendo) Hola papá, ¿estás muy ocupado?

Guillermo: (deja de ver los documentos) No mucho hijo, no te preocupes. Supongo que necesitas hablar conmigo. Siéntate (Alex se sienta).

Alex: Gracias papá. Bueno, no es nada importante. De hecho algo muy personal, sobre mis sentimientos.

Guillermo (ríe). Así que estás enamorado. No te preocupes Alex, cuentas con todo mi apoyo. ¿Me estás pidiendo permiso para una relación?

Alex: Entiendo que estoy bastante mayor, pero prefería comentarlo con ustedes. Enamoramiento es algo apresurado. Hoy conocí a una muchacha en la empresa. Ella…

En ese momento entra Alejandra, con una expresión en el rostro de enojo. Se acerca a Alex.



Alejandra: Entonces hay una mujerzuela en la empresa que te está coqueteando. ¿Cómo es eso Alex?

Alex: (suspira) No entiendo tu actitud. ¿Quieres que te de una explicación? (Se levanta de su asiento).

Guillermo: No discutan, por favor. Alejandra, ¿a qué viene tu reclamo?

Alejandra: No estoy reclamando nada papá. No me gusta para nada ver como enredan a mi hermano (miente). Solo es eso, estoy preocupada por él. ¿Qué tal si solo lo quieren enredar para robarlo, secuestrarlo o hasta matarlo?

Alex: Por favor Alejandra, no digas cosas fuera de lugar. Eso no puede suceder.

Alejandra: ¿Quién es esa mujer, Alex? ¿Quién?

INT. / CASA GONZÁLEZ, CUARTO DE XIMENA / NOCHE

Ximena está dormida en su cuarto. Está abrazando una foto de su padre. De repente empieza a tener una pesadilla.

INICIO DE LA PESADILLA
EXT. / BOSQUE / DÍA


Ximena está corriendo por el bosque muy preocupada. Mira con frecuencia hacia atrás, parece estar huyendo de alguien. En un momento dado su visión se empieza a apagar, haciendo que la muchacha se tropiece y caiga al césped. Cuando se levanta, no puede ver nada. Ximena empieza a respirar agitadamente, muy desesperada.



Ximena (llorando): ¡No veo nada! ¿Qué está sucediendo? (Se rasca sus ojos un par de veces) ¡Papá, por favor ayúdame! ¡No puedo ver nada! ¡Papá!

FIN DE LA PESADILLA

Ximena despierta sobresaltada. La muchacha está sudando, pero se calma al saber que todo fue una pesadilla, aparentemente.

INT. / MANSIÓN OLMEDO, ESTUDIO / NOCHE



Alex: Nada ganas con saberlo Alejandra. ¿A qué va el caso?

Alejandra: Estoy segura que esa mujer es una de las secretarias. Todas son jóvenes y tienen cara de regaladas. Las conozco muy bien. A eso va el caso, a aconsejarte hermano. Te puedes llevar una desilusión más tarde. ¿Puedes comprenderlo?

Guillermo: En eso Alejandra no se equivoca, Alex. Ya sabes como es el mundo de hoy en día.

Alex: Te equivocas Alejandra, no la conoces bien porque apenas inició su trabajo (Alejandra se sorprende). Sí, es la nueva secretaria, Ximena González. Pude ver su sinceridad en su rostro. No sé por qué, pero me inspiró lástima.

Alejandra (enojada): ¡Por Dios, Alex! ¿Cómo pudiste fijarte en la nueva secretaria? Te has vuelto loco. Esa mujerzuela es una desconocida para todos.

Alex: Te pido que no te refieras así a ella. Más respeto, por favor.

Alejandra: ¿Sabes qué? ¡Haz lo que quieras! ¡Te vas a arrepentir! (Se va de allí).

Guillermo: No sabría qué decirte hijo. Quizás Alejandra solo tiene celos de hermana (Alex niega con la cabeza y suspira).

AL DÍA SIGUIENTE
INT. / CASA DE REFUGIO, SALA / DÍA


Es un nuevo día en Bogotá. Ximena está en la casa de Refugio, la mujer que la ha acompañado en sus peores momentos. Santiago también está presente, sentado en un sofá, observando su laptop y a la vez escuchando la conversación de Ximena y Refugio.



Refugio: Es muy lamentable lo que sucedió Ximena. No sé cómo todo puede cambiar así de repente, pero no te preocupes, cuentas con mi apoyo incondicional.

Ximena: Muchas gracias Refugio. No hace mucho nos conocimos, y siempre estás a mi lado. Estuve pensando en lo que sería de mi padre, y no quiero que sea exhibido en ningún lado. No lo voy a velar.

Refugio: Comprendo, entonces será enterrado directamente. Yo me encargaré de eso, no te preocupes.

Santiago: Ximena, ¿y no sabes por qué tu papá murió? ¿Por qué lo mataron? (Finge no saber nada)

Ximena: Por una deuda que tenía. Antes de que muriera, esos tipos me aseguraron que él les debía mucho dinero. Mi papá hace mucho tiempo, tuvo que hacer un préstamo con un banco, ya que en ese entonces ninguno de los dos teníamos trabajo, estábamos muy necesitados.

Santiago: Tal vez si el señor Arturo les hubiera pagado, ni estaría muerto, ¿verdad?

Refugio: De igual forma, los tales prestamistas no podían cobrarle con la vida. Se comportaron como unos desnaturalizados. Por suerte Ximena salió ilesa a eso.

Ximena (muy dolida): Ilesa por fuera Refugio, pero lograron matarme por dentro. No asimilo bien la ausencia de mi padre.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, HABITACIÓN DE DANNA / DÍA

Danna está acostada en su cama, mientras observa distraída la ventana. En eso entra Abigaíl que se acerca a ella en pasos lentos.



Abigaíl: ¿Me puedes explicar qué te pasa? ¿Por qué no has querido ir a la universidad? Te he notado muy extrañada últimamente.

Danna: (la mira fijamente) No creo que deba darte explicaciones, mamá. ¿Estaré equivocada o ésta es la primera vez que preguntas por mis estudios?

Abigaíl: No me hables de esa manera Danna. Sabes muy bien que me mantengo muy ocupada con mis…

Danna: (interrumpiéndola) Sí, te mantiene muy ocupada con tu trabajo, el banco y los homicidios, pero tranquila. No te estoy exigiendo nada.

Abigaíl: ¡No seas insolente! Eres una inútil, una vaga, una ingrata conmigo.

Danna: ¿Ingrata por qué mamá? ¿Por el simple hecho de que no aplaudo tus fechorías? Qué decepcionante.

Danna se levanta de su cama y sale del cuarto.

INT. / CEMENTERIO DE BOGOTÁ / VARIAS HORAS DESPUÉS, DÍA

Ximena y Refugio están en el cementerio, en frente de la tumba de Arturo. La hija de éste, llora con mucho dolor. Muy cerca, Abigaíl está escondida detrás un árbol, usando unas gafas de sol y sonriendo con malicia, viendo como Ximena se despide de su padre.



Abigaíl: (hablando en voz baja) Así que esa es la hija. Es una verdadera lástima, perder a su padre por él haber “jugado” conmigo (sonríe).

Volviendo a la escena de Ximena, ésta alcanza a ver a Abigaíl tras el árbol.

Ximena: ¡Esa mujer, Refugio!

Refugio (extrañada): ¿Quién? (Observa a donde Ximena le señala).

Abigaíl al darse cuenta, disimula con gran habilidad y empieza a caminar, en dirección a la salida del cementerio.

Refugio: ¿Qué pasa Ximena? ¿Te referías a ella?

Ximena (asustada): Sí, ella… Me dio una impresión muy extraña. ¿Qué hacía escondida tras un árbol? ¡Estaba mirando para acá!

Refugio: Cálmate Ximena, lo que ha sucedido te está afectado bastante. Era una mujer común y corriente, no tienes nada de qué preocuparte.

Ximena continúa un tanto asustada y sin dejar de mirar a Abigaíl, muy sospechosa.

INT. / EMPRESA OLMEDO, OFICINA DE ALEX / DÍA

Alex se encuentra en su oficina, sentado en la silla del escritorio.



Alex (distraído): Ximena, no has llegado a la empresa. ¿Te habrá pasado algo? (Suspira)

El joven decide levantarse del asiento y sale de su oficina. Luego se acerca a Estefanía, una de las secretarias.

Alex: Estefanía, a mí me urge contactar rápido a la nueva secretaria de la empresa, Ximena González. ¿Podrías averiguar por favor sus datos? Teléfono, dirección de casa…

Estefanía (sonriendo): Por supuesto que sí señor. Trataré de consultar lo que me pide. En cuanto lo tenga, se lo pasaré.

Alex: Está bien, muchas gracias (se retira).

INT. / CASA DE XIMENA, SALA / MÁS TARDE

La noche es pronta a caer en Bogotá. Ximena se encuentra en la sala de su casa. La muchacha observa la foto de su padre, con los ojos vidriosos.



Ximena: ¿Cómo haré papá? (Derrama un par de lágrimas) ¿Cómo podré estar en esta casa sin ti? Será muy difícil…

En ese momento suena el timbre de la casa. Ximena deja la foto a un lado y se seca sus lágrimas. Acto seguido, va y abre la puerta, llevándose una gran sorpresa.



Alex (sonriente): Ximena, hola… Seguro estás sorprendida por mi llegada. No viniste hoy a la empresa en ningún momento y por eso quise hacerte la visita, aunque claro, no es una razón justificada pero en fin… ¿Cuéntame, qué te pasa? (Extrañado) ¿Tan rápido piensas renunciar? Si es por dinero, no te preocupes, yo…

Ximena (cabizbaja): No se preocupe por mí. No llegué a la empresa por mi padre…

Alex: ¿Qué quieres decir con eso Ximena? ¿Acaso tu padre no te deja? ¿Acaso ese tal tipo es tan…?

Ximena (enojada): ¡No sea tan apresurado! No tengo por qué darle explicaciones, pero si esto lo satisface, pues bien… Ayer él murió.

Alex: (sorprendido): Yo… Lo siento mucho, ahora entiendo. Discúlpame por favor, yo no quise…

Ximena: No diga que lo siente porque sé que es mentira. Ahora le pido que se vaya y disculpe mi mala educación, pero ahora deseo estar sola.

Alex: Está bien, comprendo tu actitud. Debe ser muy difícil la pérdida de…

Ximena: (le interrumpe) Por favor…

Alex asiente con la cabeza y decide retirarse. Ximena lo mira con tristeza y luego cierra la puerta muy lentamente. Alex desde su auto, observa la casa de Ximena.

Alex: (pensando) ¡Soy un idiota! ¿Por qué tuve que decirle eso? ¿Por qué?

EXT. / MANSIÓN LAFONTAINE / NOCHE

Abigaíl baja de su auto y luego se va acercando a su mansión, con unas llaves en la mano. La mujer camina con mucha elegancia. Después de abrir la puerta, enciende la luz de la sala principal. Luego de ello, encuentra a Fernando, sentado en un sofá y con una sonrisa en su rostro.



Fernando (sonriendo): Hola hija (Empieza a reír)

Abigaíl queda atónita al ver a su padre.

INT. / EMPRESA OLMEDO / NOCHE

Muchos de los empleados están empezando a irse. Alejandra aún está en su oficina, terminando de hacer un trabajo. Después sale de allí con unos documentos y se dirige a la oficina de Alex, pero se encuentra con la sorpresa de que no está. La muchacha entra y pone los papeles en el escritorio. Luego de ello, sale y se acerca a una de las secretarias de la empresa, Estefanía, quien también está recogiendo sus cosas.



Alejandra: Antes de que te vayas, quiero que me digas si sabes algo de Alex. Nunca se va tan temprano. ¿Habrá dejado alguna información contigo? (Nota que Estefanía no quiere responder) ¡Responde! Si lo dudas, es por algo.

Estefanía (indiferente): No tengo mucho que decirle señora. Quizás tenía un asunto pendiente con una de las otras secretarias.

Alejandra (desconcertada): ¿Qué otra secretaria? ¿Es acaso Ximena González?

Estefanía: Muy bien, ¿necesita algo más? Ya se terminó la jornada.

Alejandra: ¿Y cómo supo él la dirección de la casa?

Estefanía: Me pidió que se lo diera… (Busca un papel en sus cosas y se lo muestra) Mire, de aquí él anotó la dirección y los demás datos.

Alejandra le arrebata al papel a la secretaria y llena de furia, sale a toda prisa de la empresa. Estando afuera, se acerca a la casilla de guardia.

Alejandra: Buenas noches. Mi hermano se fue primero, entonces no tengo medio para regresar y no pienso tomar un taxi, por tanto necesito utilizar el auto especial que se guarda en el sótano de parqueadero.

Guardia: Por supuesto que sí señorita.

El guardia abre un cajón, busca unas llaves y se las entrega a Alejandra. Ésta le agradece y se dirige con rapidez al sótano de parqueadero.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, SALA / NOCHE



Abigaíl: (acercándose a Fernando furiosa) ¿Qué estás haciendo aquí, viejo asqueroso?

Fernando: Eres una grosera. Hace tanto tiempo que no nos vemos las caras y me recibes así.

Abigaíl: ¡Lárgate! No te soporto ver, cerdo inmundo. Me dejaste tirada en un maldito orfanato después de mi madre murió por tu culpa. Te mantenías ebrio y con otras mujerzuelas.

Fernando: Sí, eso lo sé Abigaíl. Pero recuerda que algunos años después, nos volvimos a ver.

Abigaíl: ¡Eso fue cuando me estaba superando! En ese tiempo tenía veintisiete años y después de eso, te volviste a desaparecer. Han pasado desde eso hasta acá, veintiocho años.

Fernando: Entonces tu edad es… (Hace una breve pausa) ¿Cincuenta y cinco?

Abigaíl: Quiero que te largues. Ahora soy una mujer muy poderosa, con muchas influencias. Puedo deshacerme de ti cuando quiera.

Fernando: ¿Serías capaz de matar a tu propio padre? ¿A un anciano como yo?

Abigaíl (desafiante): Soy capaz de eso, y mucho más…

Fernando: Pero tu hija no salió muy igual a ti. Todo lo contrario… En cuanto vine y le conté que era su abuelo, me dejó pasar.

Abigaíl: ¡Esa es una estúpida! ¡Una ingenua! No pensó que podías ser un ladrón.

Fernando: Estás muy equivocada Abigaíl. Me reconoció por una foto que tú guardas (ríe). Hija, hija… Si tanto me desprecias, ¿para qué guardar una foto mía?

Abigaíl: ¡Debe ser una mentira! Nunca guardaría algo tuyo. ¡Lo quemaría junto contigo!

Fernando se sorprende por las palabras de su propia hija. Abigaíl lo mira con mucha furia.

EXT. / CARRETERA DE BOGOTÁ, AUTO / NOCHE

Alejandra está conduciendo por las carreteras de Bogotá. Varios autos hacen sonar su bocina para que conduzca mejor, ya que la muchacha no controla perfectamente el vehículo.



Alejandra: (hablando de Ximena) Eres una descarada. Vas a saber que jugar con Alex, no es bueno. En este momento los dos deben de estar juntos.

La desesperada muchacha sigue conduciendo, en dirección a la vivienda de Ximena. La cámara cambia de dirección rápidamente, llegando cerca de la casa de Ximena. Ésta camina por la acera de una solitaria calle, con la cabeza agachada y un tanto triste. Recuerda los momentos de antes, cuando Alex la visitó, pero también siente parte de enojo, pues él malinterpretó la situación.

INT. / MANSIÓN OLMEDO, HABITACIÓN DE GUILLERMO Y ROCÍO / NOCHE

Guillermo y Rocío están acostados en su cama, mientras el televisor está encendido. Rocío va pasando algunas revistas y al mismo tiempo, escucha a su esposo.



Guillermo: Sí Rocío, tal parece que nuestro hijo está interesado en una muchacha. Alejandra no está de acuerdo. Seguro son celos de hermana, ¿no?

Rocío: Por supuesto que sí mi amor, pero depende de la muchacha que sea, me pondría de parte de Alejandra.

Guillermo: Por eso mismo. Es una nueva secretaria de la empresa, Alejandra dice que es mala ya que nadie conoce sus intensiones.

Rocío: (dejando a un lado las revistas) Pues entonces, Alex se tiene que alejar de sus malas amistades. Entonces por lo que me cuentas, es una desconocida para todos, ¿verdad?

Guillermo: Exactamente Rocío, pero Alex insiste en contradecir a su hermana.

Rocío: Espero que él no vaya a terminar enredado de cualquier mujer, con la que se puede llevar una desilusión. Y no solo eso, hay que tener en cuenta el status social. Si es cualquier secretaria, ¿a dónde va a llegar mi hijo con ella? (Negando con la cabeza) Yo me opondré a esa relación, en caso de que llegue a existir.

Guillermo decide guardar silencio ante la respuesta de Rocío, que está mostrando una actitud inesperada.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, SALA / NOCHE



Fernando: Es mejor que te vayas calmando, querida hija. Todo tu pasado te puede afectar, al igual que el presente (sonríe con malicia).

Abigaíl: ¿A qué te refieres? ¡Ahora vivo muy bien! ¡Sin temor a nada!

Fernando: (ríe) ¿Estás segura? (Después de un breve momento) Yo vine de México hasta aquí, osea que nos separaba una distancia bastante larga, ¿no crees? Pero tenemos que ser más inteligentes, Abigaíl. Te tengo a mi control. Ya sé que eres una asesina sin escrúpulos.

Abigaíl (nerviosa): Cállate viejo inmundo. Quiero que te largues de mi casa, no me hagas perder más los estribos.

Fernando: Pues tienes razón, yo me puedo ir de esta casa, pero tú también saldrías, directo a la cárcel (ríe) Eres una vil asesina, una ladrona. ¿Hasta dónde más eres capaz de llegar? Abigaíl Lafontaine, la reconocida dueña de uno de los bancos más importantes del país, es una asesina y ladrona.

Abigaíl respira agitadamente, muy furiosa ante lo que le dice su padre.

Abigaíl: ¡No sé de qué me hablas Fernando! Ahora lo único que quiero es que alejes de mí.

Fernando: Eso será muy difícil, hija. Tú matas a los clientes, por el hecho de que no te pagan. ¡Eso es una mentira! No solamente es por eso, también es para apoderarte de sus propiedades. Cuando firman los documentos de préstamo, no se dan cuenta que hay algo que certifica la entrega de sus bienes en caso de no poder pagar o después de la muerte. Es una lástima, sé mucho sobre ti. ¿Cómo lo averigüé? Eso se quedará en secreto.

Abigaíl: Eres un desgraciado…

Fernando: ¿No será al contrario? No entiendo como pudiste llegar a tanto. Lo peor es que no te descubren. Déjame decirte que eres una mujer muy sagaz.

Fernando sonríe, observando la mirada furiosa y penetrante de su hija.

EXT. / CARRETERA, AUTO / NOCHE

Alejandra cada vez está más cerca de la casa de Ximena. La muchacha se adentra por una calle que solo está rodeada de algunas lámparas urbanas.

Por allí está caminando Ximena, quien estando en un extremo de la acera, decide pasar al otro lado sin fijarse en el auto que se aproxima a ella. Las luces iluminan la cara de Ximena. Alejandra al darse cuenta que es ella, hace su mayor intento de frenar, pero no le da tiempo y atropella brutalmente a Ximena. El parabrisas del vehículo queda machado de sangre y Ximena cae a la carretera, inconsciente. No se ve a nadie por allí cerca. Alejandra al ver lo que hizo, se lleva las manos a la boca muy asustada, sin saber qué hacer.

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