sábado, 4 de julio de 2015

Capítulo 9: Planes revelados


INT. / MANSIÓN OLMEDO, HABITACIÓN DE ALEX / DÍA

Mientras tanto, en la mansión Olmedo, Alex entra a su cuarto y deja la carpeta que Ximena le entregó en un cajón. Luego se retira. Alejandra ingresa al cuarto, la muchacha lo ha estado siguiendo. Alejandra se dirige a la mesa y abre el cajón. Posteriormente, saca la carpeta de documentos y los empieza a leer, viendo el nombre de Abigaíl. Alejandra sonríe con malicia.

INT. / CASA DE REFUGIO / MINUTOS MÁS TARDE

Refugio abre la puerta y Ximena entra sonriendo nerviosa.



Refugio: (la abraza) ¡Muchacha! Que bueno que estás aquí (se desprende ella sonriendo)

Ximena: También estoy feliz de verte, Refugio (le muestra una carpeta de documentos). Mira, esto es una copia de unos documentos muy importantes de Abigaíl Lafontaine. ¡Aparecen transacciones ilegales del banco que ella maneja! (Sonríe satisfecha)

Refugio: (sonríe) ¡Qué bueno, hija! Seguro vas a poder meter a esa mujer a la cárcel.

Ximena: Gracias Refugio, te prometo que lo haré… (Se sienta en un sofá triste)

Refugio: ¿Te pasa algo, Ximena? (Se acerca a ella preocupada)

Ximena: (suspira) Yo ya… Pude acordarme de todo, Refugio (Refugio se sorprende y la toma de las manos). Ayer iba al supermercado. Estuve a punto de ser arroyada una vez más (Refugio se sorprende). Pude reaccionar con rapidez. Las luces del auto iluminaron mi rostro y…

Ximena respira agitadamente con lágrimas en los ojos. Conmovida, Refugio le presiona las manos.

Refugio: Es sorprendente, Ximena… Al menos pudiste acordarte de toda tu vida

Ximena: (se limpia las lágrimas) Así es, Refugio (se levanta del sofá). No tengo mucho tiempo. Debo ir a mi casa y dejar la última copia que tengo. Gracias por todo, Refugio…

Refugio: No tienes nada que agradecer nada, hija. Vete ya y cuídate mucho.

Ximena asiente con la cabeza y se sonríe con Refugio. La muchacha se retira y llega a su casa, en donde esconde la copia de documentos en el clóset de su habitación. Ximena iba a salir, pero se queda observando una foto enmarcada de su padre, encima de la mesita de noche. Ximena suspira con nostalgia y termina de irse.

INT. / HOSPITAL DE BOGOTÁ, HABITACIÓN DE MARIANO / DÍA

En el hospital de Bogotá, Danna se encuentra con Mariano. Don Humberto y un notario también están presentes. Una enfermera entra y les sonríe a todos.



Enfermera: Señores, les pido por favor que traten de no tardarse mucho en el cuarto. Son demasiadas personas. Permiso (se va).

Danna se acerca a la cama de Mariano. Éste tiene los ojos abiertos.

Mariano: (sonríe) De verdad no puedo creer esta locura, Danna (ríe)

Danna: (también ríe) No es ninguna locura, mi amor…

Mariano sonríe y don Humberto lleva consigo una pequeña bandeja con dos argollas. Mariano le pone un tanto dificultoso el anillo a Danna y ésta le pone la otra argolla a Mariano. Los dos se dan un leve beso de amor mientras don Humberto sonríe y el notario toma algunos datos.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, COCINA / MÁS TARDE

Más tarde, en la mansión Lafontaine, Ximena llega con un par de bolsas de mercado a la mansión. La muchacha entra a la cocina, pone las bolsas en una mesa larga y cuando voltea hacia atrás, se topa de frente con Abigaíl. Ésta la mira muy seria.



Ximena: (sonríe tímida) ¿Llegó hace mucho tiempo, señora?

Abigaíl (seria): Son más de las cuatro de la tarde. ¿Dónde estabas si saliste de aquí temprano?

Ximena: Como ve, fui al supermercado a comprar los víveres que faltaban. Me entretuve un buen rato (sonríe)

Abigaíl (molesta): No soy tonta, muchacha. No ibas a tardarte tanto comprando unas cuantas cosas. ¡Di la verdad! ¿Qué es lo que realmente buscas aquí?

Ximena se asusta por la penetrante mirada de Abigaíl y no tiene nada más que responder.

EXT. / CARRETERA, ACERA / DÍA

Por la acera de una carretera, Carolina está con dos tipos cargando varias bolsas. En eso, tres policías llegan y les apunta. Todos se ponen muy nerviosos. Uno de los tipos saca su pistola y cuando iba a defenderse de los tres policías, uno de ellos le dispara en la pierna. Carolina mira para todos lados. Un policía se acerca y los requisa, dándose cuenta que las bolsas contiene droga ilegal que está siendo vendida. Dos de los policías esposan a Carolina y el otro tipo, mientras que el tercer policía llama a una ambulancia. Un hombre de buen porte observa todo escondido detrás del tronco de un árbol cercano, usando unos lentes oscuros y con un celular en la mano.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, COCINA / DÍA

Abigaíl continúa esperando la respuesta de Ximena, quien está muy nerviosa pero trata de disimularlo.



Ximena (seria): No tengo ningún motivo más que trabajar en esta mansión. Lamento haberle ocultado la verdad, señora Abigaíl. Yo… Fui a visitar al mismo joven que me trajo anoche. Lo siento.

Abigaíl mira a Ximena sospechosa y de repente, su móvil comienza a sonar. Abigaíl contesta mientras Ximena escucha curiosa. En el otro lado de la línea, el hombre que estaba vigilando cuando se llevaron a Carolina y a los otros tipos, le cuenta lo sucedido a Abigaíl. Ésta se sorprende, pero trata de disimularlo por la presencia de Ximena.

Tipo: (en el otro lado de la línea) Es muy riesgoso que se loas hayan llevado, porque alguno puede soltar la boca e involucrarla a usted en todo esto, señora.

Abigaíl cuelga molesta y acto seguido, se retira de la cocina sin prestarle más atención a Ximena. Al parecer la mujer es patrona de Carolina y de los otros tipos que venden la droga ilegal. Ximena se queda muy extrañada.

INT. / ESTACIÓN DE POLICÍA, CELDA / DÍA

En la estación de policía, Carolina está dentro de una celda con el otro tipo. Ésta la cubre para que no vean mientras Carolina toma su celular y hace una llamada.



Carolina: ¡Espero que conteste su celular! Ella me debe ayudar…

Tipo (desesperada): ¡Eso espero, Carolina!

INT. / MANSIÓN OLMEDO, HABITACIÓN DE ALEJANDRA / DÍA

En la mansión Olmedo, Alex está en el cuarto de Alejandra, buscándola para tener la oportunidad de reclamarle por lo que le hizo a Ximena. Del celular de Alejandra timbra, estando encima de la cama. Alex curioso lo toma y contesta, sin mencionar ni una palabra.



Carolina: Mira Alejandra, tengo un problema muy grave y estoy detenida. Quiero que me saques de aquí (Alex se desconcierta al reconocerle la voz).

Alex (pensando: ¿Es Carolina?)

Carolina: Debes de pagar una fianza o contratar a un abogado. Recuerda que tienes una gran deuda conmigo y en cualquier momento puedo contarle a tu hermano tu plan de seducción de mi parte hacia él, sólo para alejar a otra mujer en el camino. ¿¡Entiendes!? (Después de una pausa) ¡Contesta idiota!

Alex cuelga el celular muy sorprendido y deja el celular encima de la cama. Justo cuando Alex va a salir, Alejandra llega a la habitación.



Alejandra (extrañada): ¿Qué haces aquí? (Alex la mira furioso) ¿Qué te pasa, Alex? (Intimidada)

Alex (enojado): ¡Eso es lo que te pregunto a ti! ¿¡Qué te pasa para contratar a alguien que me seduzca para quitar del camino a Ximena!?

Alejandra queda atónita ante el reclamo de su hermano.

INT. / ESTACIÓN DE POLICÍA, CELDA / DÍA

Carolina guarda su celular extrañada. Su compañero de trabajo se acerca a ella.



Tipo: ¿Qué te dijo?

Carolina (en mal tono): ¡No lo sé! Me colgó, no me dijo nada. ¡Esto está muy complicado!

Tipo: (la toma de la barbilla) ¡Esto es tú culpa! ¡Te advertí que tuviéramos más cuidado peor siempre te haces la caprichosa!

Carolina: (soltándole furiosa) ¡No es culpa de nadie! ¡Cálmate! Nuestro otro compañero está herido. ¿Qué íbamos a saber que la policía vendría?

Tipo: Seguro un cliente en realidad era algún detective encubierto (se pasa las manos por el rostro frustrado)

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, ESTUDIO / DÍA

En la mansión Lafontaine, Abigaíl está en el estudio de la casa un tanto preocupada por lo que le informaron. La mujer toma asiento y se queda observando la estantería de libros. Abigaíl se levanta seria y toma algunos de los libros. Abigaíl frunce el ceño.



Abigaíl: ¿Por qué esto está movido? No lo dejé así esta mañana cuando salí (pensativa). Quizás esa muchacha lo ordenó, aunque una vez le prohibí que me moviera los libros (sospechosa).

INT. / MANSIÓN OLMEDO, HABITACIÓN DE ALEJANDRA / DÍA

Alex continúa interrogando a Alejandra.



Alejandra (mintiendo): ¡No sé de qué hablas! (Seria) Yo no tengo por qué meterme en tu vida privada.

Alex se queda mirando a Alejandra furioso y luego sale de allí muy indignado.

Alejandra (molesta): ¿¡Cómo es que se enteró!? De nada ha servido haber traído a Carolina a esta casa. Alex sigue con esa Ximena, pero con esos documentos que encontré, perjudicaré a esa mujer. Vamos a ver qué sucede (sonríe con astucia).

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, CUARTO DE XIMENA / MÁS TARDE

Son poco más de las cinco de la tarde. Ximena está hablando con Refugio por el teléfono de la casa.



Refugio (preocupada): ¿Entonces sí te creyó?

Ximena: Le dije que estaba en el supermercado. Dudo que me haya creído. Aproveché que otra persona la llamó y dejó a un lado el interrogatorio.

Refugio: Debes de tener cuidado, muchacha… Ya sabes como es esa mujer de peligrosa. Al menos cada vez estás más cerca de tu objetivo.

Ximena: Exacto Refugio. Voy a colgar ya, adiós…

Ximena cuelga y sale de la habitación. En la sala de la mansión, se encuentra el mayordomo con el teléfono en la mano. Acaba de escuchar lo que Refugio le decía a Ximena. El mayordomo se queda bastante extrañado.

INT. / MANSIÓN OLMEDO, CORREDORES / DÍA

En la mansión Olmedo, Alejandra ve como Alex sale de su cuarto cerrando la puerta. La muchacha se esconde tras la pared y espera el momento preciso, para ingresar a la habitación de su hermano y luego se acerca a una mesa con cajones, de donde saca la carpeta de documentos que Ximena le entregó. Alejandra sale de allí disimuladamente y se esconde la carpeta por la espalda.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, SALA  / UNA HORA MÁS TARDE

Ximena se encuentra en la sala de la casa. Abigaíl se encuentra frente a ella con un papel en la mano y algunos billetes.



Abigaíl: (frotándose la frente adolorida) Tráeme las medicinas que anoté en el papel y hazlo rápido. No quiero que saques cualquier excusa (con mal tono)

Ximena: Por supuesto que sí señora, trataré de ir a la farmacia más cercana. Permiso.

Un par de minutos después, en el exterior de la mansión. Alejandra llega en un taxi y justo cuando se va a bajar, ve como Ximena sale de la mansión con el vestido de empleada. Alejandra se esconde volteando el rostro sorprendida.



Alejandra (pensando: Entonces la dirección de los documentos sí es real y al parecer Ximena es la sirvienta)

Alejandra le entrega el dinero que marca el taxímetro al conductor y se baja al ver que Ximena dobla por una esquina. La muchacha llega a la mansión y se topa con el mayordomo, un tipo alto, de al menos cuarenta años, cabello y ojos oscuros.

Mayordomo (extrañado): ¿Qué necesita?

Alejandra: Buenas tardes. Necesito hablar de carácter urgente con la señora Lafontaine. Es muy importante.

Unos minutos más tarde, se ve como Alejandra está en la sala de la mansión. Abigaíl llega, acercándose muy desconcertada por su visita.



Abigaíl (frunciendo el ceño): ¿Qué necesita? ¿Y quién es usted? 

Alejandra: Lo que le diré se relaciona con la empleada doméstica. Vi como salió de aquí, así que debo habar rápido con usted antes de que ella regrese.

Abigaíl se queda muy desconcertada por lo que Alejandra le explica.

INT. / HOSPITAL DE BOGOTÁ, HABITACIÓN DE MARIANO / ATARDECER

Mariano está recostado en su cama mientras conversa con Danna.



Danna: Mariano… (Incómoda) ¿Le pondrás la denuncia a Abigaíl?

Mariano (negando con la cabeza): No lo haré…

Danna (sorprendida): ¿Es por la relación que hay entre ella y yo? Aunque no somos nada de sangre, yo siento que sí lo es…

Mariano: Aunque la noticia se podría hacer pública y yo puedo denunciar a Abigaíl, no pretendo hacerlo. Esa mujer tiene muchas influencias… Puede hacernos daño. Temo que te pase algo.

Danna toma de las manos a Mariano y le sonríe con ternura.

EXT. / MANSIÓN LAFONTAINE / QUINCE MINUTOS MÁS TARDE

Veinte minutos después, afuera de la mansión Lafontaine, Alejandra observa dentro de un taxi como Ximena entra a la mansión. La muchacha sonríe satisfecha. Al parecer ya le contó a Abigaíl sobre los documentos que tenía de ella.

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, HABITACIÓN DE ABIGAÍL / NOCHE

Abigaíl espera a Ximena en su habitación, teniendo las cortinas cerradas, por lo que el cuarto se ve muy oscuro, pero la mujer se encuentra sentada en un sillón grande, al lado de la única ventana destapada, por donde ingresa algo de luz. Abigaíl recuerda minutos antes su plática con Alejandra.

FLASHBACK

INT. / MANSIÓN LAFONTAINE, SALA / TARDE

Alejandra toma asiento junto con Abigaíl. Ésta se dispone a oírlas atenta.



Abigaíl (seria): ¿Qué debes decirme de Ximena? ¡Habla rápido que ahora no estoy de humor!

Alejandra: Su sirvienta le entregó unas cuentas bancarias a mi hermano (Abigaíl se desconcierta aún más) Aunque no llevo mucho tiempo en la empresa de mi padre, soy buena con los papeles y cuentas. Me di cuentas que esos papales de las cuentas bancarias eran ilegales.

Abigaíl (sin expresar sorpresa): ¿Qué ganas contándome esto?

Alejandra (sonríe): Tengo motivos personales que no deseo compartir con usted. Me parece extraño que Ximena esté como sirvienta en una casa, aunque siendo razonable, seguro busca trabajo para ganar dinero y salir adelante. A veces siento lástima por ella. Escuché que fue arrollada por un auto y perdió la memoria. Eso sucedió hace más de una semana aproximadamente.

Abigaíl se sorprende por lo que Alejandra le cuenta, sin embargo permanece seria.

Alejandra: Ella y yo nos conocemos porque había entrado en la empresa de mi padre como secretaria. Aunque sólo duró un día, pues después no regresó nunca más.

Abigaíl: ¿Cuál es el apellido de esa muchacha?

Alejandra (extrañada): Me llama la atención que usted no sepa su apellido, pues si es su sirvienta…

Abigaíl (de mal genio): ¿Cuál es el apellido?

Alejandra: González, Ximena González (Abigaíl se sorprende). ¿Qué estará ocultando? Seguro ese no es el apellido que le dio a usted. Mire, le entrego los papeles (le entrega la carpeta sonriendo).

FIN DEL FLASHBACK



Abigaíl (furiosa): ¿Cómo pude ser tan estúpida? ¡Es la hija de Arturo González! Por eso el mayordomo notaba su comportamiento misterioso. ¡Claro! La muy imbécil encontró esos documentos en el estudio.

En ese momento, Ximena entra a la habitación sin percatarse de lo que se espera. Abigaíl trata de disimular sentada en el sillón.



Ximena: (acercándose a Abigaíl) ¿Se sienta mal, señora?

Abigaíl: Sírveme un vaso de agua y entrégame una de las pastillas.

Ximena asiente con la cabeza, y toma la jarra de agua que Abigaíl tenía preparada encima de una bandeja, la cual está ubicada sobre una mesa al lado del sillón. Ximena le entrega el vaso con agua después de haberlo servido por la jarra y acto seguido, saca de una bolsa pequeña, un caja de pasillas. Ximena finalmente le entrega una de los medicamentos a Abigaíl, quien se toma la pastilla y bebe la mitad del agua. La mujer deja caer el vaso, asustando a Ximena. El vaso queda completamente roto en el piso y los vidrios están dispersos.

Abigaíl: ¿Estás asustada?

Ximena (nerviosa): No señora, sólo me sorprendió que dejara caer el vaso.

Ximena nerviosa saca de su delantal un pañuelo blanco, con el que comienza a secar el reguero de agua y luego recoge los vidrios cuidadosamente para no cortarse. Abigaíl es iluminada por el reflejo de luz que transmite la ventana abierta. La mujer tiene una mirada seria.

Abigaíl: Nunca me imaginé que Ximena González se infiltraría en la casa de la asesina de su padre.

Ximena se corta con uno de los vidrios, quedando muy impactada por las palabras de su patrona.

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